Desde junio de 2013, es obligatorio en España contar con un certificado de eficiencia energética para poder alquilar o vender una vivienda, según lo establecido en el Real Decreto 235/2013.

Este documento, elaborado por un técnico competente, proporciona información clave sobre el consumo energético y las emisiones de CO2 del inmueble.

¿Qué es el certificado energético?

El certificado energético es un informe que incluye datos objetivos sobre las características energéticas de una vivienda o edificio.

Se obtiene tras una evaluación llevada a cabo por un técnico certificador, que analiza aspectos como la envolvente térmica, los sistemas de climatización e iluminación, las condiciones de funcionamiento y ocupación, entre otros.

El resultado de este análisis se plasma en una etiqueta energética, similar a la que llevan los electrodomésticos, donde se asigna al inmueble una calificación que va desde la letra A (máxima eficiencia) hasta la G (menor eficiencia).

Esta calificación permite a los potenciales inquilinos o compradores conocer de antemano el gasto energético aproximado que tendrá la vivienda.

Obligatoriedad y excepciones del certificado energético

La normativa española exige que todos los inmuebles en venta o alquiler cuenten con su certificado energético, salvo algunas excepciones:

  • Edificios protegidos oficialmente por su valor arquitectónico o histórico
  • Construcciones provisionales con un plazo de uso inferior a 2 años
  • Edificios industriales, de la defensa y agrícolas
  • Edificios aislados con una superficie útil total inferior a 50 m2
  • Edificios que se compren para reformas importantes o demolición

Es importante destacar que desde junio de 2021, con la entrada en vigor del Real Decreto 390/2021, las viviendas de uso turístico o vacacional también están obligadas a contar con el certificado, cuando antes se encontraban exentas.

Validez y registro del certificado energético

El certificado de eficiencia energética tiene una validez de 10 años, excepto cuando la calificación obtenida sea G, en cuyo caso la validez se reduce a 5 años. Transcurrido ese plazo, el propietario deberá renovarlo contactando de nuevo con un técnico certificador.

Una vez emitido el certificado, este debe ser registrado por el propietario en el órgano competente de su comunidad autónoma, dentro del plazo establecido (generalmente 1 mes desde la fecha de emisión). Solo así el certificado tendrá validez legal.

Sanciones por incumplimiento

No contar con el certificado energético a la hora de alquilar una vivienda, o no incluirlo en el contrato, se considera una infracción que puede acarrear sanciones económicas. Estas multas pueden oscilar entre los 300€ y 6000€ dependiendo de la gravedad de la falta.

Son las comunidades autónomas las encargadas de vigilar el cumplimiento de esta normativa y de imponer las sanciones correspondientes en caso de detectar irregularidades, ya sea de oficio o por denuncia de los inquilinos.

Beneficios del certificado energético

Más allá de ser un requisito legal, el certificado energético aporta ventajas tanto a propietarios como a inquilinos:

  • Permite conocer la eficiencia real de la vivienda y su impacto en el gasto energético.
  • Incluye recomendaciones sobre posibles mejoras para aumentar el ahorro y la eficiencia.
  • Las viviendas más eficientes tienen un valor añadido en el mercado del alquiler.
  • Fomenta la conciencia sobre el consumo energético y la reducción de emisiones contaminantes.

En conclusión, el certificado de eficiencia energética se ha convertido en un documento imprescindible en cualquier contrato de alquiler, que aporta transparencia, seguridad y beneficios a todas las partes. Su obligatoriedad refleja el compromiso de España con la mejora de la eficiencia en los edificios y la lucha contra el cambio climático

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